1. Come sano: Incluye todos los grupos de alimentos. Mientras más variedad de alimentos, más variedad de nutrientes. Recuerda que no existe un alimento milagroso por sí solo sino es la suma de todo lo que comes durante el día.
2. Duerme las horas necesarias: Cada persona adulta requiere dormir en promedio 7 a 8 horas. Mantén un horario constante a la hora de acostarte y levantarte.
3. Realiza actividad física: Camine al menos 30 minutos diariamente a cualquier hora del día, de preferencia a paso rápido para que aumente el gasto energético o elija algún deporte que más le agrade ya sea de tipo aeróbico o cardiovascular que favorece la movilización de la grasa o alguno de resistencia muscular que le proporcionará un beneficio adicional a la salud de sus huesos.
4. Toma agua aunque no sientas sed: El sentir sed ya es un signo de deshidratación. Procure no llegar a ello y consuma bastantes líquidos incluyendo por supuesto agua pura durante el día. Si no le gusta el agua sola agréguele unas gotas o una rodaja de limón, incluya infusiones sin azúcar o algunos refrescos de frutas y por otro lado consuma más vegetales, frutas y cereales integrales cocidos que contienen buena cantidad de agua. El agua hidrata nuestra piel, mejora el funcionamiento del intestino previniendo pólipos que pueden contribuir a cáncer de colon en el futuro y nos da más vitalidad sin aportarnos calorías.
5. Evita el tabaco: Daña todas las células del organismo por poseer muchas sustancias tóxicas como la nicotina que produce adicción, alquitrán, etc. que nos generan radicales que favorecen el envejecimiento.
6. Modera el consumo de alcohol que perjudica sobretodo el hígado y sistema nervioso, además de favorecer el sobrepeso por las calorías “vacías” que posee.
7. Consume frutas como refrigerio: Las frutas son alimentos muy ricos en vitaminas, fibra y agua que ayuda a la digestión. Se pueden consumir a cualquier hora, pero tienen mayores beneficios cuando éstas se consumen en ayunas por ejemplo en el refrigerio de media mañana tanto en niños como adultos.
8. Modera la ingesta de sal, azúcares simples como los dulces y postres y las comidas “rápidas”.
9. Masticar 33 veces: Masticar varias veces, sobre todo los alimentos fibrosos, ayuda a la digestión, porque si no se trituran bien llegan grandes pedazos al estómago, el cual lanza sobre ellos ácidos que luego producen molestias e indigestión.
10. Controla tu peso y medidas frecuentemente: No espere subir varios kilos para pesarse o realizarse algunas medidas. Es recomendable, en el caso de adultos sanos hacerlo cada 3 meses. En los niños menores de un año debe ser mensual para poder ver como se mantiene la curva de peso y también la talla.
11. Ríase. Una buena carcajada disminuye el estrés y mejora las defensas.
jdiaz@nutrividaperu.com